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2011/11/05

Jardines de Dalí



 Casa de Portlligat

Teatre-Museu de Figueres

Castell de Púbol

Los jardines de Dalí nos sirven de soporte o de pretexto para expresar algunas inquietudes, sobre los jardines en particular y sobre el paisajismo en general. Al mismo tiempo y aunque parezca una paradoja, en ellos encontramos algunas respuestas a las cuestiones que planteamos. Esta contradicción es también una forma de acercarse a la supuesta discordancia en los planteamientos de Dalí, que juega a enfrentar cuestiones aparentemente opuestas.
Muchos jardines son obras de arte, los tres de Salvador Dalí son además obras de arte sorprendentes, lugares de experimentación y en comparación con sus otras obras no se ha otorgado la importancia que les corresponde. Tampoco ayuda el hecho de que el jardín es una creación perecedera y cambiante, sobre todo cuando cesa el empeño del jardinero que lo creó.
 Los jardines de Salvador Dalí demuestran  que un jardín no se reduce a una colección de plantas, una serie de especies vegetales colocadas unas al lado de otras, a veces utilizadas para aligerar la pesadez  de los edificios. El jardín es sobre todo un espacio vivo, donde internarse y percibir, a la vez, las sensaciones externas producidas por el aire, la luz, el agua, la vegetación, y también donde sentir el propio espacio interior, soñar e imaginar.  

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